Vivimos en una época donde todo está a un clic. Literal. Lo que antes se debatía en una asamblea o en una urna, ahora también se discute en TikTok, en un hilo de X (sí, Twitter para los nostálgicos) o en los comentarios de un reel. La información vuela, pero también lo hacen los mitos, las fake news y las opiniones disfrazadas de verdades absolutas.
Y aquí es donde entra en juego el pensamiento crítico. ¿Suena a clase de filosofía? Tal vez. ¿Es más útil que nunca? Definitivamente.
¿Qué tiene que ver el pensamiento crítico con el voto o un video viral?
Todo. Pensar críticamente no es solo cuestionar todo por default como quien se queja de la vida un lunes por la mañana. Es más bien tomarte un segundo (o dos) para analizar lo que estás viendo, leyendo o escuchando y preguntarte:
- ¿Quién lo dice?
- ¿Con qué intención?
- ¿Está respaldado por datos o solo es una opinión más?
- ¿Cómo me hace sentir y por qué?
Ese filtro mental te puede salvar de caer en discursos manipuladores, noticias falsas o simplemente en seguir la corriente sin saber por qué.
Ejemplo 1: Las elecciones
Votar es un derecho súper poderoso. Pero más allá del “hay que votar porque sí”, hay que votar informados. No por lo que dijo un influencer, ni por el meme que te hizo reír, ni porque tu tío compartió una cadena de WhatsApp con 30 emojis de advertencia. Pensar críticamente antes de elegir a alguien que va a tomar decisiones por ti es lo mínimo que mereces como ciudadano.
Ejemplo 2: Un video en redes
Imagínate que ves un clip viral donde alguien “expone” una conspiración sobre la vacuna, el cambio climático o el sistema educativo. Tiene música intensa, transiciones pro y un discurso bien armado. Pero… ¿es real? ¿Tiene fuentes? ¿Está editado para manipular emociones?
Aplicar pensamiento crítico aquí no significa que vayas a tener la verdad absoluta, pero sí que no te vas a tragar el contenido sin antes pasarlo por tu radar mental.
¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico?
No necesitas un curso carísimo ni ser experto en debates para fortalecer esta habilidad. Aquí van unos tips aplicables desde ya:
- Lee de varias fuentes: No te cases con una sola. Compara medios, estilos y puntos de vista.
- Haz preguntas incómodas: Si algo suena muy perfecto o muy trágico para ser verdad, probablemente lo sea.
- Desconfía del clickbait: Títulos tipo “¡No lo vas a creer!” o “Esto cambiará tu vida” rara vez cumplen lo que prometen.
- Aprende a decir “no sé”: Es válido. Es más maduro admitirlo que repetir algo que no entiendes.
En resumen
En esta era donde puedes ver un video, reaccionar, comentar y compartir en menos de 10 segundos, detenerte a pensar es un acto casi revolucionario. El pensamiento crítico no solo te protege: te empodera.
Ya sea que estés por votar por primera vez o simplemente navegando en redes, no subestimes el poder de tu mente. Porque entre tanta info y desinfo, lo más valioso sigue siendo alguien que piensa antes de creer.
